Con el cambio de estación, es común experimentar una caída significativa del cabello. Sin embargo, la buena noticia es que en la mayoría de los casos, esta situación es reversible. La caída del cabello suele detenerse en 2-3 meses, y los folículos capilares vuelven a entrar en la fase de crecimiento. Para abordar este problema de manera efectiva, es crucial adoptar un enfoque integral que combine cuidados tanto en casa como en el salón, abordando aspectos como la nutrición, el manejo del estrés y tratamientos específicos para el cabello.

En el salón:

Una de las opciones recomendadas es el tratamiento de cáñamo, un cóctel especial de principios activos diseñado para estimular, fortalecer y promover el crecimiento del bulbo capilar. Este tratamiento activa la circulación intradérmica en el cuero cabelludo, contribuyendo así a frenar la caída del cabello. Su aplicación semanal puede marcar la diferencia en la salud capilar, con precios a partir de 18€.

Otra alternativa es el tratamiento de caléndula, especialmente indicado para problemas de caída, debilitamiento, psoriasis y descamación del cuero cabelludo. Este tratamiento posee propiedades descongestivas, oxigenantes y regeneradoras, actuando en las capas profundas de la piel y la cutícula del cabello. Además, promueve la circulación sanguínea, lo que contribuye a fortalecer el cabello desde la raíz. Los precios para este tratamiento comienzan desde 45€.

En casa:

Las vitaminas juegan un papel crucial en la salud del cabello, y una opción popular son las gominolas Sugar Bear Hair. Estas gominolas, aptas para veganos, contienen una variedad de vitaminas esenciales como A, C, D, E, B6 y B12, junto con biotina, ácido pantoténico, zinc y ácido fólico. Esta combinación de nutrientes ayuda a fortalecer el cabello desde adentro hacia afuera, promoviendo su crecimiento y reduciendo la caída.

Otro producto recomendado es Aminexil, un tratamiento en ampollas monodosis de Kerastase diseñado para combatir la caída del cabello y su afinamiento. Este tratamiento, con una duración de 6 semanas, fortalece el cabello, aumenta su resistencia a la tracción y reduce la rotura durante el peinado. Como resultado, el cabello se ve más grueso, fuerte y saludable, recuperando su volumen, brillo y flexibilidad.

Más allá de los tratamientos en el salón y los productos de cuidado en casa, existen otros hábitos que pueden contribuir significativamente a la salud capilar y a reducir la caída del cabello.

En primer lugar, es fundamental prestar atención a tu dieta. Una alimentación equilibrada y rica en vitaminas y minerales es esencial para mantener el cabello saludable y fuerte. Incorpora alimentos como frutas, verduras, proteínas magras, ácidos grasos omega-3 y alimentos ricos en hierro, zinc y biotina. Estos nutrientes son esenciales para el crecimiento del cabello y para mantenerlo en óptimas condiciones.

Además, el manejo del estrés también juega un papel crucial en la salud del cabello. El estrés crónico puede contribuir a la caída del cabello, por lo que es importante encontrar formas efectivas de gestionar el estrés, ya sea a través de la meditación, el yoga, el ejercicio regular o actividades que te relajen y te permitan desconectar.

No subestimes la importancia de un buen cuidado del cuero cabelludo. Mantener el cuero cabelludo limpio y bien hidratado es fundamental para promover un ambiente saludable para el crecimiento del cabello. Utiliza champús y acondicionadores suaves y evita el exceso de calor y productos químicos agresivos que puedan dañar el cuero cabelludo y el cabello.

Por último, no descuides la importancia de un buen corte de pelo. Un corte regular puede ayudar a mantener el cabello en óptimas condiciones, eliminando las puntas abiertas y fomentando un crecimiento más saludable.